" La relación se fue enfriando y fuimos alejandonos al punto de hablar solo lo necesario. Alejados y casi extraños entre nosotros, nuestro hijo mayor nos pidió que no fueramos a la fiesta de fin de clases,ya que siempre era notoria la desunión familiar y eso le dolía a él -según nos confesó-.
Eramos una familia que se caía a pedazos, nuestros hijos eran niños callados y tristes.
Un día hablamos de que no queriamos seguir así. Que habia pasado lo que nunca imaginamos... habíamos fracasado en nuestro proyecto de vida.
Separarnos era lo mejor.
Ambos venimos de padres divorciados. Sabíamos que se sufre con padres separados y que teniamos cicatrices por ello.
Ella buscó una terapia para parejas en crisis como la nuestra. Que mas podiamos perder...
Nos dolìa el fracaso. Al iniciar la terapia y hablar de cada uno y de lo que nos dolía... y empezar a darnos cuenta de muchas cosas que nos pasaban a ambos.
Nos dimos cuenta que cometeriamos un error muy grande al separarnos y que nos amabamos y lo mismo a nuestra pequeña familia. Que merecíamos todos una segunda oportunidad y trabajo de nuestra parte.
En fin ,ya vamos con varios meses de tratamiento y ayuda profesional.
Recomendamos a nuestra terapeuta... nuestra experiencia ha sido muy gratificante.SALVAMOS A NUESTRA PAREJA..."
A Y P
Cancún.
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